"Como capitalistas de riesgo, solíamos querer que la gente trabajara más y más para conseguir más productividad, sin duda más de 40 horas a la semana. Les presionábamos y presionábamos hasta que empezaban a agotarse, se desmoralizaban y amenazaban con abandonar."
"Ahora es diferente con Scrum. Para duplicar nuestra productividad tenemos que trabajar menos, desde luego no más de 40 horas a la semana. Scrum es intenso y no puedes trabajar horas extra a ese ritmo sin perder productividad".
Los VC se demostraron a sí mismos que el ritmo sostenible funciona. El punto máximo de productividad no supera las 40 horas semanales con Scrum.
El director de OpenView Labs, que presta apoyo a las empresas de nuestra cartera de inversiones, me dijo hace poco que estaba preocupado. La productividad se había mantenido más o menos igual cuando redujeron sus semanas de 60 horas a 40 horas. Se sentía culpable por no haber duplicado la productividad, aunque estaba contento con la importante mejora de su estilo de vida y el de su equipo.
Me pidió que hiciera una retrospectiva con su equipo para ver qué podían hacer para mejorar. Descubrí que el número de puntos de historia había aumentado 20% al cambiar la semana laboral a un ritmo sostenible. Sin embargo, 25-35% de las historias en las que solían trabajar se eliminaron al priorizar el Product Backlog Scrum (se consideraban historias "basura"). Esto significaba que antes tenían que hacer unos 160 puntos de historia para alcanzar los 120 puntos de historia por semana que hacen hoy.
Así que su velocidad es 160% mayor trabajando una semana laboral más corta. La gran pregunta para ellos es: "¿Aumentaría la velocidad si trabajaran menos?".